El FC Barcelona volvió a sonreír en Europa. Tras dos tropiezos en LaLiga contra la Real Sociedad y el Celta, logró apagar las alarmas con una contundente victoria sobre el Brest por la quinta fecha de la fase de liga de la Champions League. Este triunfo, el cuarto consecutivo en la Champions, confirmó su buen momento en el torneo, dejando atrás el amargo debut con derrota en Mónaco. Lewandowski celebró su gol número 100 en la competición, Dani Olmo aseguró el marcador, y el propio Lewandowski convirtió la victoria en una cómoda goleada de 3-0.
Sin excesos ni sobresaltos. De hecho, no habría sido sorprendente ver otra goleada contundente del equipo de Hansi Flick, que ya aplastó a Young Boys, Bayern Múnich y Estrella Roja en esta Champions. Marco Bizot, cuestionable en el penalti cometido sobre Lewandowski que abrió el marcador, se redimió parcialmente con dos buenas paradas a Fermín. A pesar de ello, las fallas de puntería de Raphinha y Pablo Torre limitaron los daños para un Brest que llegó invicto a Montjuïc, pero se fue con una derrota previsible.
El conjunto francés, una de las revelaciones del torneo, mostró valentía en el inicio, y ni siquiera el 1-0 a los diez minutos lo intimidó. Sin embargo, se encontró con un Barça más sólido y enfocado que en partidos recientes. El equipo catalán sabía que un nuevo traspié no pondría en peligro su clasificación, pero sí podría generar dudas en torno al grupo.
Con 12 puntos en cinco jornadas, la clasificación entre los 24 mejores equipos del torneo es prácticamente segura. Además, el objetivo de estar entre los ocho primeros para avanzar directamente a octavos parece cada vez más cercano. Este Barça dejó atrás sus dudas en LaLiga y recuperó su confianza en Europa.
Montjuïc sigue siendo un fortín para el equipo de Flick, que cuenta todos sus partidos en este estadio como victorias. Este martes, el Barça no echó de menos a la grada de animación, cerrada por decisión del club, y que, por ahora, no parece que vuelva a llenarse en el corto plazo.