No hay manera de maquillar la situación. Este PSG no está a la altura de Europa. Por más esfuerzo que ponga Luis Enrique, el equipo carece de los recursos necesarios para competir en la Champions League. Pero, para colmo, el poco potencial que tiene no lo aprovecha. En el enfrentamiento contra el Bayern Múnich, correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos, sufrió otra derrota que lo deja prácticamente fuera del torneo. Dembélé, una vez más, fue la nota negativa.
El dorsal 10 del PSG tuvo una actuación para el olvido. Cada vez que intentó rematar al arco, su disparo terminó bloqueado por un rival, como si no se diera cuenta de su presencia. Para empeorar las cosas, fue expulsado. Y no por una falta violenta, sino por protestar.
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Todo ocurrió después de que Dembélé intentara un disparo que fue interceptado entre Minjae Kim y Davies. En la jugada siguiente, derribó a Davies, pero el árbitro aplicó la ley de ventaja. Sin embargo, Dembélé decidió protestar, lo que le valió una segunda amarilla y, consecuentemente, la tarjeta roja. Fin del partido para él en el minuto 56. Con igualdad numérica, el Bayern ya era superior, y tras la expulsión, se consolidó aún más, aunque el marcador se mantuvo en un modesto 1-0.
La victoria fue para los alemanes gracias al gol del coreano Minjae Kim, que resultó suficiente. Aunque el Bayern tuvo algunas oportunidades adicionales, no fueron muchas, y lo más llamativo fue la incapacidad del PSG para generar peligro. Un equipo que hasta hace menos de dos años contaba con Messi, Neymar y Mbappé, ahora está lejos de ser competitivo en Europa.
