Este miércoles 6 de noviembre por la cuarta fecha de la Champions League el FC Barcelona se medirá a tradicional club del este de Europa que en su mejor momento llegó a ser campeón de la hoy conocida Champions League. Incluso la ganó antes que el Barça mismo: el Estrella Roja de Serbia. Este club fue campeón de la edición de 1990-91 cuando el torneo todavía era la “Copa de Europa” a secas y cuando aún existía la extinta Yugoslavia, país al que representaba. Como se ve, ha pasado mucho tiempo desde aquella consagración.
Aquel Estrella Roja estaba repleto de figuras: Sinisa Mihajlovic, que luego deslumbraría en Italia (ya fallecido), Dejan Savicevic, campeón más tarde de la Champions con el Milan, Robert Prosinecki, que tras esta consagración se fue al Real Madrid y Darko Pancev, goleador nato que probó suerte en el Inter de Italia, por mencionar algunos.
Sucedía que todavía en los primeros años de la década de 1990 un equipo podía retener a sus máximas estrellas muchos años, ya que el cupo de extranjeros era solo de tres por equipo, de modo que muchos no encontraban lugar. Además, no se pagaban las cifras de hoy en sueldos, por lo que irse era de verdad algo excepcional.
De allí que el Estrella Roja logró mantener a casi todas sus figuras (excepto Dragan Stojkovic, a quien curiosamente vencieron en esta final de 1991) y fue el finalista algo sorpresivo de esa edición. Enfrente también había otro equipazo de la época: el Olympique de Marsella de Jean-Pierre Papin, que en ese 1991 ganaría más tarde el Balón de Oro. El Estrella Roja se sabía inferior, por lo que solo se remitió a estirar el encuentro hasta la tanda de penales para dirimir el ganador, cosa que le dio sus frutos.
El campeón “aburrido” de 1991
“Creo que fue la final europea más aburrida de la historia”, comentó Sinisa Mihajlovic muchos años después. A sus 22 años, participó en aquel partido y poco después se trasladó a jugar en la liga italiana, donde se convirtió en una estrella. “Horas antes del partido, algunos jugadores vimos videos del Marsella, y recuerdo que nuestro entrenador nos dijo: ‘Si los atacamos, les daremos espacio para los contraataques’. Entonces le pregunté qué debíamos hacer. ‘Cuando tengamos la pelota, devolvámosela a ellos’, nos respondió. Así pasamos los 120 minutos prácticamente sin tocar el balón”, contó el fallecido exjugador hace un tiempo.
El juego terminó sin goles, muy frustrante para el Marsella, que ya se veía campeón, y fue entonces el turno del portero yugoslavo Stevan Stojanovic, el capitán, para transformarse en héroe. Atajó el primer penal del Marsella, a Manuel Amoros, y fue suficiente, ya que los cinco del Estrella Roja fueron anotados. Hoy muchos ven imposible esa consagración, pero el Barça se jugará mucho más que tres puntos en su visita al “Maracaná de Serbia”.