Desastre total con João Félix. Y es que el portugués, que le costó 52 millones al Chelsea, no es ni siquiera una opción secundaria para Enzo Maresca en el Chelsea, como se demostró nuevamente en la derrota ante el Liverpool en Anfield (2-1). Este fue el primer gran partido del conjunto londinense con el delantero portugués en la plantilla, pero pasó todo el encuentro en el banquillo. Al igual que sucedió anteriormente frente al Brighton, aunque no fue titular y se realizaron varios cambios ofensivos durante el partido, Félix no fue considerado en ningún momento por el entrenador.
Además de los habituales titulares como Nicolas Jackson, Noni Madueke y Jadon Sancho, las principales alternativas de Maresca son Pedro Neto y Christopher Nkunku. Sin embargo, el verdadero obstáculo para Félix es Cole Palmer, quien ocupa su posición ideal y es una de las estrellas más importantes del Chelsea y de la Premier League. Aunque Palmer no destacó especialmente contra el Liverpool, permaneció en el campo durante los 90 minutos, lo que evidencia su rol indiscutible en el equipo, incluso cuando el Chelsea está en desventaja. La convivencia de Palmer y Félix en el terreno de juego parece no estar en los planes del técnico italiano.
Ante esta situación, a João Félix no le queda más que aprovechar las oportunidades que le ofrezca Maresca en otras competiciones. Hasta ahora, sus dos únicas titularidades han sido en la Carabao Cup y la Conference League, donde Cole Palmer no está inscrito para la fase de grupos. En total, Félix ha disputado 283 minutos en los primeros siete partidos de la temporada con el Chelsea, sumando apenas 117 minutos en la Premier League.
Aunque tuvo un buen debut con gol ante el Wolverhampton y brilló en el partido de Copa contra el Barrow, su rendimiento hasta el momento parece insuficiente, considerando los más de 50 millones de euros que el Chelsea pagó por su regreso. Si Palmer sigue manteniendo un alto nivel como hasta ahora, es probable que el partido contra el Liverpool no sea el último en el que João Félix tenga que resignarse a ver el partido desde el banquillo.