Las Palmas no lograba vencer al FC Barcelona como visitante desde septiembre de 1971, cuando ganó por 1-2. Esa fue la segunda y última vez que se impuso en territorio azulgrana. Además, no derrotaba al Barça en general desde febrero de 1991. Tras 15 partidos sin ganar (12 de ellos con derrota), el equipo canario logró una victoria histórica en Montjuïc, transformando la celebración del 125 aniversario del club catalán en un día para olvidar.
El Barcelona de Flick, que hasta entonces había ganado todos sus partidos en el estadio Olímpico, cerró un mes de noviembre desastroso en LaLiga, sumando solo cuatro puntos de los 12 en disputa y apenas uno de los últimos nueve. Fue derrotado por la Real Sociedad y Las Palmas, y empató frente al Celta de Vigo, mostrando una preocupante pérdida de regularidad.
El efecto positivo del fuera de juego, que había sido una estrategia clave, se desmoronó, pasando de ser una herramienta brillante a convertirse en un problema. Más inquietante aún, la solidez que Flick había imprimido al equipo parecía desvanecerse, dejando al Barça irreconocible.
El mismo equipo que había arrollado al Real Madrid en el Bernabéu parecía perdido en LaLiga. Desde entonces, solo mostró un buen nivel durante la primera mitad del derbi contra el Espanyol, para luego caer en picada. Fue irreconocible en San Sebastián, desconcertante en Vigo y bloqueado en una tarde que comenzó con festejos por su aniversario y terminó en frustración e incredulidad.
La situación es tal que, si el Real Madrid gana al Getafe y el partido aplazado contra el Valencia en Mestalla, podría arrebatarle el liderato a un Barça que, hace apenas un mes, tenía una ventaja de seis puntos sobre su rival.
Con Marc Casadó ausente, Flick apostó por Gavi como líder en el centro del campo y dio minutos a Pablo Torre. Sin embargo, desde el inicio quedó claro que el Barça estaba desorganizado y falto de ritmo. Las Palmas, por su parte, tuvo más y mejores ocasiones, y logró adelantarse en el marcador al comienzo de la segunda mitad con un gol de Sandro.
Raphinha intentó rescatar al equipo con un golazo que empató el partido, pero poco después Fábio Silva aprovechó un error de Héctor Fort para marcar el 1-2 definitivo. Sin capacidad de reacción ni ideas claras, el Barça terminó la jornada abatido. Lo que debía ser una celebración histórica terminó con el liderato en peligro y muchas dudas en el horizonte.