La directiva del Chelsea parece mantener su ambición en el mercado de fichajes. A pesar de haber invertido más de 1.000 millones de euros en refuerzos, muchos de ellos con resultados cuestionables, el club londinense estaría ahora enfocado en el FC Barcelona, siguiendo los deseos del entrenador Enzo Maresca.
Según informes recientes desde Inglaterra, Todd Boehly, propietario del Chelsea, estaría dispuesto a ofrecer 70 millones de euros por Jules Koundé y 80 millones más por Ronald Araújo, alcanzando un total de 150 millones. Este monto permitiría al Barça planificar la llegada de una estrella mundial en 2025. Aunque Araújo parece el candidato con más opciones de ser traspasado, Koundé es el objetivo principal para el mercado de invierno.
El caso de Araújo podría ser más viable, aunque el Barça ya rechazó este año una oferta similar del Bayern Múnich por el defensor uruguayo. Araújo espera regresar pronto a los terrenos de juego en óptimas condiciones para recuperar su lugar en el equipo, un desafío complicado debido al buen desempeño de la pareja Iñigo Martínez-Pau Cubarsí durante su ausencia.
Koundé, nuevamente en la órbita del Chelsea
El Chelsea ya intentó fichar a Jules Koundé en 2022, pero el defensa francés optó por el Barça, rechazando una oferta económica superior del club inglés. En el pasado verano, el Chelsea volvió a interesarse en Koundé, coincidiendo con rumores de que Xavi Hernández podría incluirlo en la lista de transferibles para reforzar el lateral derecho.
Sin embargo, con la salida de Xavi y la llegada de Hansi Flick como entrenador del Barça, Koundé recuperó su condición de titular indiscutible. En la temporada 2024/25, el central francés ha sido uno de los jugadores más utilizados, acumulando 1.379 minutos en cancha, con apenas dos suplencias por sanción disciplinaria frente a Alavés y Espanyol.
A pesar de ciertos inconvenientes relacionados con la estricta disciplina de Flick, Koundé sigue siendo una pieza fundamental en el esquema del Barça. Con contrato hasta 2027 y satisfecho con su vida en Catalunya, parece poco probable que el jugador decida cambiar de aires.