El 8 de mayo de 1996 se dio un hito único en la historia del fútbol francés: el PSG se coronaba campeón de un torneo internacional por primera vez. De hecho es hasta la fecha el único título internacional que ostentan. Fue la Recopa de Europa de la temporada 1995-1996, que en inglés se llama “Cup Winner’s Cup” y que era disputada por los respectivos ganadores de cada copa nacional de cada país.
Francia es responsable por el origen de muchos de los torneos de fútbol más importantes. La Champions League, nacida “Coupe des Clubs Champions Européens” en francés, fue idea del popular periódico L’Equipe a mediados de la década de 1950. No obstante, Francia apenas tiene una Champions, la de la edición de 1992-193 que ganó el Olympique de Marsella al AC Milan, y esta Recopa del PSG. No más.
Sabemos que al PSG se le recrimina siempre el hecho de no haber ganado hasta el momento la Champions League, dada la impresionante inversión de dinero que vienen haciendo desde que el grupo inversor qatarí tomó las riendas en 2011. No obstante, pese a la falta de un grito europeo, el PSG pasó de valer unos 100 millones cuando fue adquirido por Catar, a un valor actual de más de 4500 millones de euros. No se puede hablar de fracaso.
Pero es justamente con este último dato que esa Recopa de Europa tiene tanto valor. Nunca más se repitió. Fue el 8 de mayo de 1996, hace 29 años, contra el Rapid de Viena en el estadio Estadio Rey Balduino (aquel de la tragedia de la final de la Champions de 1985) que el PSG la ganó. Y fue un ajustado 1-0, como suele suceder en finales parejas. No sobra fútbol ni sobran goles.
El gol de fue obra de Bruno Ngotty, corpulento defensor central que tenía como especialidad meter goles de larga distancia. En esa temporada 1995-1996 apenas anotó dos goles, uno en la liga francesa (en ese entonces llamada D1, Division 1) y el otro este, el de la final.
Youri Djorkaeff, uno de los titulares de aquel PSG, recordó aquel tanto así: “En el gol de N’Gotty, normalmente era yo quien lanzaba los tiros libres, pero pensé que estaba bastante lejos. Le dije: ‘Pégale fuerte’. Y ya sabes lo que pasó. Al sonar el pitido final, sentí algo muy fuerte, algo dentro de mí. No fue una liberación ni un momento de coronación, fue más bien un logro. En ese momento había un vínculo muy fuerte con los aficionados.” Pocos deben saber quién es Ngotty, pero tiene en su haber un gol único en la historia del PSG.