El futuro de la selección francesa de fútbol comienza a tomar forma tras el reciente anuncio de Didier Deschamps de no continuar más allá del Mundial 2026. Esta decisión abre finalmente la puerta a Zinedine Zidane, quien ha mantenido una paciente espera desde su salida del Real Madrid en 2021.
La trayectoria hacia este momento no ha estado exenta de controversias. El ex presidente de la Federación Francesa, Noël Le Graët, protagonizó un polémico episodio al renovar unilateralmente a Deschamps tras el Mundial de Qatar 2022, mientras realizaba declaraciones despectivas hacia Zidane que eventualmente contribuirían a su cese.
Durante este tiempo de espera, Zidane ha demostrado su compromiso con el objetivo de dirigir a la selección francesa, rechazando ofertas significativas de clubes de primer nivel como el PSG, Manchester United y Juventus, así como la propuesta de la selección argelina tras la Copa de África 2024. Su determinación ha resonado con la opinión pública francesa, que frecuentemente ha reclamado su presencia en momentos de duda bajo el mandato de Deschamps.
El actual presidente de la Federación, Philippe Diallo, ha reconocido la relevancia de Zidane como candidato natural para el puesto. La decisión de Deschamps de hacer público su plan de salida ha facilitado una transición que se anticipa para después del Mundial 2026.
‘Que vuelva’
🗞️Así de contundente es la portada de L’Equipe que quiere que Zidane sea el seleccionador de Francia
🇫🇷Didier Deschamps no seguirá como seleccionador galo tras el mundial de 2026, y en Francia ya comienzan a hablar de ‘Zizou’ como su sustituto pic.twitter.com/yPqIEjptxU
— Teledeporte (@teledeporte) January 9, 2025
El timing parece ideal para un cambio generacional en Les Bleus. La exitosa generación que conquistó el Mundial 2018 está llegando a su ocaso, y el equipo necesita integrar nuevos talentos. La reconocida capacidad de Zidane para desarrollar jóvenes promesas y su visión analítica del juego podrían ser cruciales en esta nueva etapa, especialmente considerando las críticas que ha recibido Deschamps por su conservadurismo en la renovación del equipo, pese a sus notables resultados en los últimos 13 años.
El marsellés solo deberá esperar un año y medio más para cumplir su sueño de dirigir a la selección francesa, un objetivo que ha perseguido con determinación y paciencia, rechazando otras oportunidades prestigiosas en el proceso.