Sin Lamine Yamal pero con Gavi como titular tras un año fuera por una grave lesión de rodilla, el FC Barcelona dejó escapar dos puntos en Balaídos. El Celta remontó un 0-2 en los últimos minutos, cuando los azulgranas jugaban con uno menos tras la expulsión de Marc Casadó. Este empate apretó aún más la lucha por el título, especialmente después de la remontada del Atlético contra el Alavés y a la espera del partido del Real Madrid en Leganés.
El equipo de Hansi Flick mostró un rendimiento irregular en Balaídos, evidenciando dudas sobre su dependencia de Lamine Yamal. A pesar de ello, llegó al tramo final con una cómoda ventaja gracias a los goles de Raphinha y Lewandowski, además de las intervenciones clave de Iñaki Peña. Sin embargo, la expulsión de Casadó y un error crítico de Koundé permitieron al Celta soñar con una remontada épica, evitada parcialmente por Peña al detener un disparo claro de Borja Iglesias.
El encuentro en Balaídos se desarrolló según lo esperado: ritmo alto, presión intensa y un juego directo por parte de ambos equipos. El Celta empezó con una oportunidad clara tras un envío largo de Marcos Alonso, un centro de Mingueza y un remate desviado de Aspas desde una posición inmejorable. La falta de precisión marcó la diferencia en el marcador. El Barcelona, con las novedades de Gavi y Gerard Martín como titulares, aprovechó su primera ocasión. Un error de cálculo de Mingueza permitió a Raphinha controlar con elegancia, superar al defensa con un recorte de tacón y rematar cruzado para el 0-1.
Claudio Giráldez planteó un plan claro: explotar los espacios a la espalda de la defensa adelantada del Barça. Aunque las intenciones del Celta fueron buenas, carecieron de precisión en los últimos metros. Moriba y Bamba lo intentaron, pero no lograron concretar. Mientras tanto, el Barça inquietó poco el área rival, salvo por intentos de Casadó y Dani Olmo antes del descanso, marcado por una polémica acción de Gerard Martín sobre Aspas que no fue sancionada, lo que encendió los ánimos en Balaídos.
En la segunda mitad, el guion se mantuvo. El Celta siguió buscando los espacios, incluyendo un intento lejano de Aspas para sorprender a Peña. Sin embargo, el Barça fue más efectivo. Raphinha robó un balón a Mingueza y asistió a Lewandowski, quien superó a la defensa para marcar el 0-2.
Lejos de rendirse, el Celta continuó buscando el gol con disparos de Alfonso y Hugo Álvarez. Cuando parecía que el Barça podía cerrar el partido, el poste evitó el tercer gol de Raphinha. Entonces, el equipo gallego se volcó en ataque. La expulsión de Casadó dio un impulso al Celta, que aprovechó un error de Koundé para que Alfonso acortara distancias. Poco después, Hugo Álvarez culminó una jugada colectiva con un disparo imparable, sellando un vibrante empate y desatando la euforia en Balaídos.