El vínculo entre Paul Pogba y la Juventus parece estar llegando a su fin de manera inevitable. En los últimos días, el mediocampista francés ha abandonado su residencia en Turín, una lujosa villa que compartió en su momento con figuras como Cristiano Ronaldo, y que ahora será ocupada por el recién fichado Nico González. Este cambio de residencia, reportado por La Gazzetta dello Sport, ha generado especulaciones sobre el distanciamiento progresivo entre Pogba y la Juventus, evidenciando que el regreso del jugador al club turinés es cada vez menos probable.
Las transferencias de propiedades entre jugadores dentro de un mismo equipo son bastante comunes en la Juventus, y el caso de Pogba y González no es la excepción. Recientemente, otro ejemplo se dio cuando el neerlandés Teon Koopmeiners asumió la vivienda de Federico Chiesa, quien se marchó al Liverpool. Esta práctica permite a los nuevos jugadores establecerse rápidamente en el entorno y evita complicaciones de logística para el club y sus jugadores.
El futuro de Pogba quedó aún más en duda después de la sanción impuesta por dopaje, inicialmente fijada en cuatro años, pero que fue reducida a 18 meses por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD). A raíz de esta decisión, Pogba manifestó públicamente su deseo de volver a las canchas en marzo, cuando termine su suspensión, y expresó su anhelo de vestir de nuevo la camiseta de la Juventus. En una entrevista para La Gazzetta, Pogba compartió: “Estoy dispuesto a renunciar a parte de mi salario para volver a jugar con la ‘Juve’. No me veo en otro equipo”.
Sin embargo, la postura de la Juventus respecto a Pogba ha sido clara y distante. Cristiano Giuntoli, director deportivo de la entidad, comentó recientemente que, aunque el club respeta y valora el talento del jugador francés, su prolongada ausencia ha obligado a la ‘Vecchia Signora’ a hacer nuevas inversiones y reorganizar su plantilla. “Paul ha sido un gran jugador, pero ha estado mucho tiempo inactivo. Hemos reforzado nuestro equipo y actualmente estamos completos”, declaró Giuntoli, dejando entrever que el club no tiene intenciones de reincorporar al mediocampista.
Actualmente, Pogba recibe el salario mínimo de la Serie A, unos 2.000 euros mensuales, debido a su inactividad. No obstante, si regresara a la competición, el club tendría que volver a pagarle su sueldo millonario, lo cual representa un desafío financiero para la Juventus en su situación actual. Por este motivo, la institución busca resolver su contrato de forma definitiva para evitar cargas salariales innecesarias.
A sus 31 años, Pogba enfrentará un escenario importante en marzo, ya que, como agente libre, estará habilitado para unirse a cualquier equipo que desee contar con sus servicios. La Juventus, por su parte, parece inclinarse hacia una despedida definitiva, priorizando una plantilla ya reforzada en la que, por ahora, el francés no encuentra cabida. Así, el caso de Pogba ilustra la realidad que enfrentan muchos futbolistas de alto nivel al atravesar dificultades prolongadas de salud o rendimiento, en un contexto donde los clubes tienden a buscar opciones que les garanticen resultados inmediatos.