El Fluminense de Brasil anunció este sábado que Marcelo, el ex lateral del Real Madrid, ya no es jugador del club. La rescisión “de mutuo acuerdo”, según informó el Tricolor en un comunicado oficial, sigue a un episodio en el que el lateral tuvo un desacuerdo con el técnico Mano Menezes al borde del campo en el Maracanã este viernes 1 de noviembre en pleno partido. El Tricolor empató 2-2 con el Grêmio este viernes, en la 32ª jornada del Brasileirão.
El entrenador del Fluminense, en una conferencia de prensa, relató haber escuchado “algo que no le gustó”. En los bastidores, el tono del enfrentamiento generó la sensación de que “Marcelo no pidió, prácticamente obligó la rescisión”.
En un comunicado, el Fluminense destacó la formación de Marcelo en Xerém y su esperado regreso al club en 2023, cuyo punto culminante fue la conquista de la Conmebol Libertadores. También se menciona que “los lazos institucionales y afectivos” se mantienen.
En septiembre, el lateral fue homenajeado con su nombre en el estadio del centro de entrenamiento de la base tricolor. Hoy en día, el episodio es motivo de incomodidad: el Fluminense considera que “hizo todo” por el jugador. Marcelo aún no se ha pronunciado de forma individual, y la información se actualizará en caso de que lo haga.
En los últimos minutos del partido en el Maracanã, Marcelo iba a entrar en lugar de Lima. Mano daba instrucciones, pero se molestó con un comentario y ordenó al jugador que volviera al banco. El técnico no explicó explícitamente la razón del desacuerdo, pero la información sugiere que el lateral habría “faltado al respeto a un colega de profesión”.
Relatos indican que Marcelo no es de los más bien recibidos en la rutina del CT Carlos Castilho. El lateral fue seleccionado por la CBF para realizarse una prueba antidopaje y se perdió el inicio de la conversación entre Mano y los jugadores en el vestuario. El ambiente en el pospartido contra el Grêmio fue tenso.
Se esperaba que el presidente Mário Bittencourt hablara directamente con la prensa sobre lo ocurrido, justo después de la conferencia de Mano Menezes. Sin embargo, el presidente solo criticó el arbitraje de Matheus Delgado Candançan, alegando haber visto “mala intención” en el número de tarjetas a titulares que estaban al borde de la suspensión.