El Olympique de Lyon, uno de los equipos más emblemáticos del fútbol francés y ganador de siete títulos de liga consecutivos, fue descendido provisionalmente a la Ligue 2 al cierre de la temporada por la DNCG, el organismo financiero del fútbol francés, como medida cautelar debido a su delicada situación económica.
Este viernes, el propietario del club, John Textor, sostuvo una reunión con la DNCG para explicar la deuda acumulada por la institución, que alcanza los 500 millones de euros y ha llevado al club a una situación financiera crítica. Aunque Textor declaró tras el encuentro que “todo había salido bien”, los hechos apuntan a lo contrario.
La DNCG no solo decretó el descenso provisional del Lyon, sino que también impuso restricciones adicionales: la prohibición de fichar jugadores en el próximo mercado y la obligación de reducir su masa salarial para equilibrar las cuentas. Para evitar que el descenso administrativo sea definitivo, el club necesitará reunir 100 millones de euros en los próximos meses.
El conglomerado Eagle Football, propietario del Olympique de Lyon, enfrenta una deuda total de 500 millones de euros, y para aliviar esta carga, planea vender activos clave. Textor informó a la DNCG que busca desprenderse de su participación del 45% en el Crystal Palace y generar ingresos adicionales mediante traspasos de jugadores en otros equipos de su grupo, como Botafogo, Molenbeek y el propio Lyon.
No obstante, los analistas más críticos llevan tiempo advirtiendo que la situación financiera del Lyon es insostenible. Con el descenso como amenaza real, Textor deberá encontrar una solución rápida en un contexto complicado: sin margen para fichajes en invierno y con la obligación de reducir gastos, necesita demostrar a la DNCG que el futuro económico del club está garantizado.